La endodoncia permite mantener la funcionalidad del diente, así como su estética, y es el último recurso para salvar una pieza enferma sin necesidad de extraerla.
El procedimiento consiste en la extirpación total o parcial de la pulpa lesionada de un diente y el sellado del conducto pulpar.
La pulpa del diente es el tejido conectivo blando localizado en el interior del órgano dental. Está rodeado por dentina y contiene nervios y vasos sanguíneos. La pulpa comunica la pieza dental con el hueso maxilar. Además de ayudar a formar el diente, la pulpa sirve para percibir estímulos externos.
Una lesión en dicha zona ocurre más comúnmente debido a la existencia de una caries que no ha sido correctamente atendida y ha ido creciendo con el paso del tiempo. Sin embargo, también puede haber otros motivos por la que se lesiona la pulpa.

1. Traumatismos.
2. Fracturas.
3. 3. Otras patologías relacionadas con la raíz o el hueso que rodean el diente.

A continuación, se detallan los síntomas que pueden indicarnos que necesitamos un tratamiento de canales:

1. Dolor intermitente o constante.
2. Sensibilidad al frío o al calor.
3. Molestia al masticar.
4. Cambio de color del diente a un tono más oscuro
5. Aparición de un absceso purulento